miércoles, 23 de febrero de 2011

Estar en las nubes tiene premio


Estar en las nubes es pasarse casi un mes en blanco mientras las noticias sobre Telefónica brotaban como hongos.

Estar en las nubes es no tener la picardía de calzar la marca Telefónica o movistar en el titular, para abrirme paso en la disputada escaleta de Google.

En mi nube dormitaba. Hasta que, de repente, en el aniversario del tejerazo, despierto al grito de “¡Todo el mundo al suelo!” y pongo los pies en la tierra. Pero no tardo en volver a ascender como un globo de helio, y ahora veréis por qué.

Decir Telefónica es decir movistar. Y decir movistar es visualizar un cielo azul velazqueño con alternancia de nubes y claros. Eso por un lado.

Por el otro, me encuentro con el notición que me salvará el mes: “Telefónica pone en marcha el I Premio Movistar Emprendedores Cloud”. En la convocatoria pueden participar empresas y desarrolladores de aplicaciones basadas en Cloud Computing.

Mi legión de seguidores hace ya tres cafés que aprendió lo que era el Cloud Computing. Por cortesía hacia quienes han caído en este post por accidente, aclararé vagamente el término, traduciéndolo a capón por computación en nube y dirigiéndoles a la Wikipedia, que se explica siempre mucho mejor que yo.

Este certamen consta de dos categorías: “Mejor Aplicación Cloud” y “Mejor Iniciativa Cloud”. El premio en ambas incluye el acceso a seminarios de relumbrón en el ESIC y un viaje a Silicon Valley.

Yo me estaba pensando lo de presentarme. Por conocer a un rico heredero en el master y por lo del viaje. Aunque ahora que me apuntan que Silicon es silicio y no otra sustancia que pensaba implantarme, me lo replantearé mirando las nubes e imaginando formas imposibles… ¿Un ornitorrinco con pinganillo?